Aquí me tienes dulce amado mío
vengo a ti tratando de llegar hasta tu alma
con las alas de mi amor desplegadas
buscando cobijarte trémula de ternura
y arrullarte en susurros delicados
buscando el sosiego de tu alma herida
Mi alma en silencio sufre tu agonía
invocando con todas sus fuerzas
a la escurridiza y efímera felicidad
esa que tantas veces me prodigas
que busco tanto concederte
esa que fusionados por amor alcanzamos
Quita tus manos de tu rostro
Ya no tienes que mirar al cielo
aquí tienes mi pecho de amor henchido
donde avenar en paz todas tus tristezas
que aquí se diluirán entre tanto amor
y en mis brazos podré devolverte al Olimpo
vengo a ti tratando de llegar hasta tu alma
con las alas de mi amor desplegadas
buscando cobijarte trémula de ternura
y arrullarte en susurros delicados
buscando el sosiego de tu alma herida
Mi alma en silencio sufre tu agonía
invocando con todas sus fuerzas
a la escurridiza y efímera felicidad
esa que tantas veces me prodigas
que busco tanto concederte
esa que fusionados por amor alcanzamos
Quita tus manos de tu rostro
Ya no tienes que mirar al cielo
aquí tienes mi pecho de amor henchido
donde avenar en paz todas tus tristezas
que aquí se diluirán entre tanto amor
y en mis brazos podré devolverte al Olimpo
1 comentario:
Saludos cordiales Lourdes del Rocío. Hermoso poema épico al amor. Es el oferecimiento del cultoamoroso. La entrega de la pasión para el gozo eterno. Muy bien bien descrito este proceso en palabras poéticas muy bien dispuestas que nos lleva al deleite de leerlos.
Con mi afecto Víctor Manuel
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