Esas verdes estrellas
no se han reflejado, aún…
en el transparente marrón
de mis mediterráneas tierras
Pero no te sigas lamentando
es tan solo un lapsus del tiempo
caprichos del impredecible destino
que antes cruzó nuestros caminos
Aunque me llamé a silencio
aquí me tienes de nuevo
sintiendo este inmarcesible amor
que por mi alma será eterno
Andaba perdida en el vacío
de tus ausencias y silencios
me acostumbré al inefable dolor
de no sentir siquiera tus reflejos
Sentía que dejé de amarte, incluso…
en un inconcebible momento,
pero sólo era la anestesia del dolor
que me dejó inconsciente el corazón
Un pequeño roce bastó,
y la chispa de tu amor
de su letargo lo despertó
y a tus brazos se volcó
Y mi alma recostada en tu alma
su felicidad recobró
abrazada a la esperanza
de consumar nuestro amor.