Noches tras noche de desvelo
buscando no caer al fondo
del gran abismo del olvido
pues me creía en abandono
perlas de tristeza rodando
mi rostro iban adornando
de ansiedades y miedos
y mi angustia coronando
las esperanzas me dejaron
las ilusiones se esfumaron
los sueños algunas vez forjados
también se habían evaporado
tanto dolor en silencio reprimido
oprime y exprime al alma tanto
el tiempo marca tan lento su paso
que cada segundo la va lacerando
los fantasmas de su recuerdo
todo el tiempo merodeando
comprendí que aun en lo lejano
era imposible dejar de amarlo.